50 Años en la Iglesia de Roma


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448 páginas
La fascinante historia de Charles Chiniquy, un ex sacerdote jesuita. (Lea mas)




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50 Años en la Iglesia de Roma
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La conversión de Charles Chiniquy, un ex sacerdote católico

He aquí la hermosa y conmovedora historia de un sacerdote que no pudo permanecer en la Iglesia Católica Romana. Te reirás y llorarás con Chíniquy, y tu corazón se conmoverá con un profundo deseo de obedecer a Cristo y solamente a Él. Siendo niño, Chíniquy memorizaba las Escrituras en el regazo de su madre y desarrolló un profundo amor a Dios. Al llegar a ser sacerdote, desesperadamente quería poner su confianza plena en su “Iglesia”, pero lo inundaban olas de dudas porque su “Iglesia” profesaba adhesión al Evangelio; sin embargo, lo violaba continuamente.

Sus superiores celosos le acusaron falsamente, pero Abraham Lincoln lo defendió y salvó su reputación. Chíniquy prueba que fueron los Jesuitas quienes más tarde asesinaron a Abraham Lincoln y explica por qué. Finalmente, su obispo demandó que desechara su preciosa Biblia y prometiera obediencia ciega a la “Iglesia”. Después de una noche oscura de lucha interior, salió gloriosamente salvo y guió casi a toda la población de St. Anne, Illinois, a confiar solamente en Cristo. Esta es la mejor obra que se haya escrito para mostrar, desde adentro, lo que el Catolicismo realmente es.

Capítulo 1: La Biblia y el sacerdote de Roma

Capítulo 2: Mis primeros días de escuela en St. Thomas — El monje y el celibato

Capítulo 3: La confesión de los niños

Capítulo 4: El pastor azotado por sus ovejas

Capítulo 5: El sacerdote, el purgatorio y la vaca de la pobre viuda

Capítulo 6: Festividades en la casa parroquial

Capítulo 7: Preparación para la Primera Comunión — Iniciación en la idolatría

Capítulo 8: La Primera Comunión

Capítulo 9: Educación intelectual en el colegio Católico-romano

Capítulo 10: La instrucción moral y religiosa en colegios Católico-romanos

Capítulo 11: Niños Protestantes en los conventos y colegios de Roma

Capítulo 12: Roma y la educación — Por qué la Iglesia de Roma quiere destruir las escuelas de los Estados Unidos — Por qué se opone a la lectura de la Biblia en las escuelas

Capítulo 13: Teología de Roma: Su carácter anti-social y anti-cristiano

Capítulo 14: El voto de celibato

Capítulo 15: Las impurezas de la teología de Roma

Capítulo 16: Los sacerdotes de Roma y los Santos Padres — Cómo juré abandonar la palabra de Dios para seguir la palabra de hombres

Capítulo 17: El sacerdocio Católico-romano — Idolatría antigua y moderna

Capítulo 18: El dogma de transubstanciación — Paganismo antiguo con un nombre Cristiano

Capítulo 19: Vida vicarial en St. Charles — Cómo la Iglesia sobrevive las inmoralidades y la corrupción de sus sacerdotes

Capítulo 20: Melancolía en el gran banquete de los sacerdotes — La hermana maniaca del Rev. Sr. Perras

Capítulo 21: Soy designado vicario del cura de Charlesborough — La piedad, vidas y muertes de los Padres Bedard y Perras

Capítulo 22: Simonía — Extraño tráfico sacrílego del supuesto cuerpo y sangre de Cristo — Enormes cantidades de dinero sacadas de la venta de misas para librar las almas del purgatorio — La Sociedad de Tres Misas abolida y la Sociedad de Una Misa establecida

Capítulo 23: Misas canadienses vendidas en París con descuento

Capítulo 24: Hospital Marinero de Qüebec — Primera vez que llevo le bon dieu (el dios oblea) secretamente en la bolsa de mi chaleco

Capítulo 25: Dr. Douglas — Mi primera lección sobre la abstinencia — Estudio de la anatomía — La obra destructiva del alcohol en el cuerpo humano — La asesina de su propia hija — Yo abandono para siempre el uso de bebidas embriagantes

Capítulo 26: Conversiones de Protestantes al Romanismo — El método extraño del Rev. Parent de abordar y convertir a Protestantes — Cómo espiaba a los Protestantes por medio del confesionario — Yo convenzo a 93 familias a volverse Católicos

Capítulo 27: Los homicidios y robos en Qüebec entre 1835 y 1836.— Excursión nocturna con dos ladrones —La restitución — El alba de luz

Capítulo 28: Chambers y sus cómplices condenados a muerte — Me piden prepararles para su terrible destino — Una semana en su calabozo — Su sentencia cambiada a exilio en Botany Bay — Su salida a exilio — Encuentro uno de ellos un convertido sincero muy rico y con una posición muy honorable en Australia en 1878

Capítulo 29: Los milagros — Ataque de fiebre tifoidea — Aparición de Sta. Ana y Sta. Filomena — Mi curación repentina — El cura de St. Anne du Nord casi un Protestante disfrazado

Capítulo 30: Mi nombramiento como cura de Beauport — Degradación y ruina de ese lugar por la borrachera — Mi oposición inútil a mi nombramiento — Preparación para establecer una sociedad de abstinencia — Escribo al Padre Mathew por consejo

Capítulo 31: La mano de Dios en el establecimiento de una sociedad de abstinencia en Beauport y sus alrededores

Capítulo 32: Fundación de las sociedades de abstinencia n las parroquias vecinas — Me ordena tomar mi obispo — Monseñor de Forbin Janson, Obispo de Nancy me defiende públicamente contra el Obispo de Qüebec y rompe para siempre la oposición del clero

Capítulo 33: El dios de Roma comido por ratas

Capítulo 34: La visita de un extranjero Protestante que tira una flecha a mi alma sacerdotal que nunca fue quitado

Capítulo 35: Soy enviado a suceder al Rev. Sr. Varín, cura de Kamouraska — Severa oposición de ese cura y la gente — Horas de desolación en Kamouraska — El Buen Maestro calma la tempestad

Capítulo 36: Organización de la sociedad de abstinencia en Kamouraska y sus alrededores — La muchacha disfrazada de hombre en el servicio a los curas de Qüebec — Asustado por los escándalos, abandono mi parroquia para entrar a los “Oblatos de María Inmaculada” de Longueuil

Capítulo 37: Noviciado en el monasterio de los “Oblatos de María Inmaculada” de Longueuil — Algunas de los miles de acciones de necedad e idolatría en la vida de un monje — El sistema de espionaje — La caída deplorable de un padre y el Gran Vicario Qüiblier — Enfermo en el Hotel Dieu de Montreal — Hermana Urtubice confirma a María Monk — Los dos misioneros a los leñadores — La opinión de uno de los mejores padres Oblatos sobre los monjes y el monasterio

Capítulo 38: Acepto la hospitalidad del Rev. Sr. Brassard de Longueuil — Doy mis razones por salir de los Oblatos al Obispo Bourget — El me presenta un crucifijo espléndido bendecido por el Papa y acepta mis servicios en la causa de abstinencia en la diócesis de Montreal

Capítulo 39: Preparación para el último conflicto — Longueuil la primera para aceptar la abstinencia — En 200 parroquias, 200,000 personas hacen la promesa — Soy nombrado oficialmente “Apóstol de Abstinencia de Canadá”

Capítulo 40: Mi sermón sobre la Virgen María — Primeras dudas serias acerca de la Iglesia de Roma — Fiel discusión con el obispo de que los Santos Padres se oponen a la adoración moderna de la Virgen

Capítulo 41: Nuevas dudas al no encontrar las doctrinas de mi Iglesia en los escritos de los Santos Padres — El purgatorio y el lechón de hombre pobre de Varennes

Capítulo 42: Carta del Rev. Obispo Vandeveld de Chicago — Gran proyecto de los obispos de los Estados Unidos para tomar posesión del rico valle Mississippi y las llanuras de Oeste para dominar esa gran república —Quieren ponerme al corazón de la obra — Mis discursos sobre la abstinencia en Detriot

Capítulo 43: Mi visita a Chicago en 1857 al Obispo Vandeveld — Su predecesor envenenado — Las llanuras magníficas del Oeste — Mi regreso a Canadá — Carta animando a la emigración — Malos sentimientos del Obispo Bourget — Rehusó mandar a una mujer rica a un convento para enriquecer al obispo

Capítulo 44: El complot para destruir mi reputación — La Suspensión —El retiro al colegio de los Jesuitas — La muchacha perdida empleada por el Obispo retracta — El Obispo confundido ve su injusticia y la corrige

Capítulo 45: Llego a Chicago — Selecciono el lugar para mi colonia — Construyo la primera capilla — Gran éxito de la colonia

Capítulo 46: Intrigas, imposturas y vida criminal de los sacerdotes en Bourbonnais — Indignación del Obispo — La gente expulsa al sacerdote criminal de su parroquia — Mi fe en la Iglesia seriamente conmovida

Capítulo 47: La colonia crece — La nueva capilla quemada por incendiarios — El Obispo Vandeveld reemplazado por el Obispo O’Regan — El obispo exija mi casa y mi jardín

Capítulo 48: Papa Pío IX proclama el nuevo dogma de la Inmaculada Concepción de María — Mis feligreses hacen preguntas difíciles

Capítulo 49: Mi hermosa penitente me enseña las abominaciones de la confesión auricular

Capítulo 50: Mala conducta de los sacerdotes en el retiro eclesiástico — El Obispo me prohíbe distribuir la Biblia

Capítulo 51: Actos públicos de simonía — Robos del Obispo O’Regan— El clamor general de indignación — Determino resistirle directamente — El emplea al Sr. Spink para mandarme a la cárcel — Abraham Lincoln me defiende — Mi querida Biblia llega a ser más que nunca mi luz y mi consejero

Capítulo 52: La tiranía del Obispo O’Regan sobre los canadienses-franceses de Chicago — El decide a echarme de mi colonia y enviarme a Cahokia — Publica que me ha suspendido — Mi gente le envía una delegación — La falsa excomunión por tres sacerdotes borrachos

Capítulo 53: Mi gente me pida que me quede — Soy juzgado en Urbana por inmoralidad — La ansiedad de Abraham Lincoln — La señorita Moffat enviada por Dios para salvarme —La confesión y angustia de Lebel — Mi inocencia recono cida — Conducta y palabras nobles de Abraham Lincoln

Capítulo 54: El complot de los obispos para dominar la ciudades —Roma, el enemigo implacable de los Estados Unidos

Capítulo 55: Mi primera visita a Abraham Lincoln para advertirle de los complots contra su vida que yo sabía — Los sacerdotes circulan el rumor de que Abraham Lincoln nació en la Iglesia de Roma — Carta del Papa a Jeff Davis — Mi última visita al Presidente — Su disposición a morir por su nación

Capítulo 56: Abraham Lincoln, un verdadero hombre de Dios — El asesinato por Booth, el instrumento de los sacerdotes — La casa de Mary Surratt el lugar de reunión de los sacerdotes — Juan Surratt protegido por los sacerdotes — Las noticias del asesinato conocido en St. Joseph Minnesota 4 horas antes que ocurrió

Capítulo 57: Dos sacerdotes, Brassard y Desaulnier, enviados por los obispos de Canadá para persuadirnos a someternos al Obispo O’Regan — Ellos reconocen públicamente que el obispo está equivocado y que nosotros tenemos la razón — Consiento en retirar mi pleito bajo ciertas condiciones — Desaulnier nos traiciona para ser puesto a la cabeza de mi colonia — Mi última entrevista con ellos

Capítulo 58: El Sr. Desaulnier es nombrado Vicario General de Chicago para aplastarnos — Nuestra gente se une más que nunca para defender sus derechos — Cartas del Obispo de Montreal contra mí y mi respuesta — El Sr. Brassard forzado contra su conciencia a condenarnos — Mi respuesta al Sr. Brassard — El escribe, pidiendo perdón

Capítulo 59: Envío al Papa Pío IX y a Napoleón, Emperador de Francia, los documentos legales y públicos probando la mala conducta del Obispo O’Regan — El gran Vicario Dunn manda decir de mi victoria en Roma — Voy a Dubuque para presentar mi sumisión al obispo — La paz sellada y públicamente proclamada por el Gran Vicario Dunn el 28 de marzo de 1858

Capítulo 60: Excelente testimonio de mi obispo — Mi retiro — El Gran Vicario Dunn me escribe acerca de la nueva tempestad preparada por los Jesuitas — Rehuso quitar la Palabra de Dios de mi sumisión — Soy librado del sacerdocio — Visión: Cristo se ofrece a mí como un Don — Soy perdonado, rico, feliz y salvo — Vuelvo a mi gente — Más de mil entran en la tierra prometida

Capítulo 61: Suavemente guío a mi gente fuera de sus supersticiones — Desechamos el nombre de Católico-romanos — El asombro de los obispos — Duggan, coadjutor de St. Louis, viene a St. Anne a persuadir a la gente a someterse a su autoridad — Huye temiendo por su vida

Capítulo 62: Vista panorámica de los eventos importantes después de mi conversión — Mis escapes por un pelo — El final del viaje por el desierto hacia la tierra prometida

Capítulo 1: La Biblia y el sacerdote de Roma

Capítulo 2: Mis primeros días de escuela en St. Thomas — El monje y el celibato

Capítulo 3: La confesión de los niños

Capítulo 4: El pastor azotado por sus ovejas

Capítulo 5: El sacerdote, el purgatorio y la vaca de la pobre viuda

Capítulo 6: Festividades en la casa parroquial

Capítulo 7: Preparación para la Primera Comunión — Iniciación en la idolatría

Capítulo 8: La Primera Comunión

Capítulo 9: Educación intelectual en el colegio Católico-romano

Capítulo 10: La instrucción moral y religiosa en colegios Católico-romanos

Capítulo 11: Niños Protestantes en los conventos y colegios de Roma

Capítulo 12: Roma y la educación — Por qué la Iglesia de Roma quiere destruir las escuelas de los Estados Unidos — Por qué se opone a la lectura de la Biblia en las escuelas

Capítulo 13: Teología de Roma: Su carácter anti-social y anti-cristiano

Capítulo 14: El voto de celibato

Capítulo 15: Las impurezas de la teología de Roma

Capítulo 16: Los sacerdotes de Roma y los Santos Padres — Cómo juré abandonar la palabra de Dios para seguir la palabra de hombres

Capítulo 17: El sacerdocio Católico-romano — Idolatría antigua y moderna

Capítulo 18: El dogma de transubstanciación — Paganismo antiguo con un nombre Cristiano

Capítulo 19: Vida vicarial en St. Charles — Cómo la Iglesia sobrevive las inmoralidades y la corrupción de sus sacerdotes

Capítulo 20: Melancolía en el gran banquete de los sacerdotes — La hermana maniaca del Rev. Sr. Perras

Capítulo 21: Soy designado vicario del cura de Charlesborough — La piedad, vidas y muertes de los Padres Bedard y Perras

Capítulo 22: Simonía — Extraño tráfico sacrílego del supuesto cuerpo y sangre de Cristo — Enormes cantidades de dinero sacadas de la venta de misas para librar las almas del purgatorio — La Sociedad de Tres Misas abolida y la Sociedad de Una Misa establecida

Capítulo 23: Misas canadienses vendidas en París con descuento

Capítulo 24: Hospital Marinero de Qüebec — Primera vez que llevo le bon dieu (el dios oblea) secretamente en la bolsa de mi chaleco

Capítulo 25: Dr. Douglas — Mi primera lección sobre la abstinencia — Estudio de la anatomía — La obra destructiva del alcohol en el cuerpo humano — La asesina de su propia hija — Yo abandono para siempre el uso de bebidas embriagantes

Capítulo 26: Conversiones de Protestantes al Romanismo — El método extraño del Rev. Parent de abordar y convertir a Protestantes — Cómo espiaba a los Protestantes por medio del confesionario — Yo convenzo a 93 familias a volverse Católicos

Capítulo 27: Los homicidios y robos en Qüebec entre 1835 y 1836.— Excursión nocturna con dos ladrones —La restitución — El alba de luz

Capítulo 28: Chambers y sus cómplices condenados a muerte — Me piden prepararles para su terrible destino — Una semana en su calabozo — Su sentencia cambiada a exilio en Botany Bay — Su salida a exilio — Encuentro uno de ellos un convertido sincero muy rico y con una posición muy honorable en Australia en 1878

Capítulo 29: Los milagros — Ataque de fiebre tifoidea — Aparición de Sta. Ana y Sta. Filomena — Mi curación repentina — El cura de St. Anne du Nord casi un Protestante disfrazado

Capítulo 30: Mi nombramiento como cura de Beauport — Degradación y ruina de ese lugar por la borrachera — Mi oposición inútil a mi nombramiento — Preparación para establecer una sociedad de abstinencia — Escribo al Padre Mathew por consejo

Capítulo 31: La mano de Dios en el establecimiento de una sociedad de abstinencia en Beauport y sus alrededores

Capítulo 32: Fundación de las sociedades de abstinencia n las parroquias vecinas — Me ordena tomar mi obispo — Monseñor de Forbin Janson, Obispo de Nancy me defiende públicamente contra el Obispo de Qüebec y rompe para siempre la oposición del clero

Capítulo 33: El dios de Roma comido por ratas

Capítulo 34: La visita de un extranjero Protestante que tira una flecha a mi alma sacerdotal que nunca fue quitado

Capítulo 35: Soy enviado a suceder al Rev. Sr. Varín, cura de Kamouraska — Severa oposición de ese cura y la gente — Horas de desolación en Kamouraska — El Buen Maestro calma la tempestad

Capítulo 36: Organización de la sociedad de abstinencia en Kamouraska y sus alrededores — La muchacha disfrazada de hombre en el servicio a los curas de Qüebec — Asustado por los escándalos, abandono mi parroquia para entrar a los “Oblatos de María Inmaculada” de Longueuil

Capítulo 37: Noviciado en el monasterio de los “Oblatos de María Inmaculada” de Longueuil — Algunas de los miles de acciones de necedad e idolatría en la vida de un monje — El sistema de espionaje — La caída deplorable de un padre y el Gran Vicario Qüiblier — Enfermo en el Hotel Dieu de Montreal — Hermana Urtubice confirma a María Monk — Los dos misioneros a los leñadores — La opinión de uno de los mejores padres Oblatos sobre los monjes y el monasterio

Capítulo 38: Acepto la hospitalidad del Rev. Sr. Brassard de Longueuil — Doy mis razones por salir de los Oblatos al Obispo Bourget — El me presenta un crucifijo espléndido bendecido por el Papa y acepta mis servicios en la causa de abstinencia en la diócesis de Montreal

Capítulo 39: Preparación para el último conflicto — Longueuil la primera para aceptar la abstinencia — En 200 parroquias, 200,000 personas hacen la promesa — Soy nombrado oficialmente “Apóstol de Abstinencia de Canadá”

Capítulo 40: Mi sermón sobre la Virgen María — Primeras dudas serias acerca de la Iglesia de Roma — Fiel discusión con el obispo de que los Santos Padres se oponen a la adoración moderna de la Virgen

Capítulo 41: Nuevas dudas al no encontrar las doctrinas de mi Iglesia en los escritos de los Santos Padres — El purgatorio y el lechón de hombre pobre de Varennes

Capítulo 42: Carta del Rev. Obispo Vandeveld de Chicago — Gran proyecto de los obispos de los Estados Unidos para tomar posesión del rico valle Mississippi y las llanuras de Oeste para dominar esa gran república —Quieren ponerme al corazón de la obra — Mis discursos sobre la abstinencia en Detriot

Capítulo 43: Mi visita a Chicago en 1857 al Obispo Vandeveld — Su predecesor envenenado — Las llanuras magníficas del Oeste — Mi regreso a Canadá — Carta animando a la emigración — Malos sentimientos del Obispo Bourget — Rehusó mandar a una mujer rica a un convento para enriquecer al obispo

Capítulo 44: El complot para destruir mi reputación — La Suspensión —El retiro al colegio de los Jesuitas — La muchacha perdida empleada por el Obispo retracta — El Obispo confundido ve su injusticia y la corrige

Capítulo 45: Llego a Chicago — Selecciono el lugar para mi colonia — Construyo la primera capilla — Gran éxito de la colonia

Capítulo 46: Intrigas, imposturas y vida criminal de los sacerdotes en Bourbonnais — Indignación del Obispo — La gente expulsa al sacerdote criminal de su parroquia — Mi fe en la Iglesia seriamente conmovida

Capítulo 47: La colonia crece — La nueva capilla quemada por incendiarios — El Obispo Vandeveld reemplazado por el Obispo O’Regan — El obispo exija mi casa y mi jardín

Capítulo 48: Papa Pío IX proclama el nuevo dogma de la Inmaculada Concepción de María — Mis feligreses hacen preguntas difíciles

Capítulo 49: Mi hermosa penitente me enseña las abominaciones de la confesión auricular

Capítulo 50: Mala conducta de los sacerdotes en el retiro eclesiástico — El Obispo me prohíbe distribuir la Biblia

Capítulo 51: Actos públicos de simonía — Robos del Obispo O’Regan— El clamor general de indignación — Determino resistirle directamente — El emplea al Sr. Spink para mandarme a la cárcel — Abraham Lincoln me defiende — Mi querida Biblia llega a ser más que nunca mi luz y mi consejero

Capítulo 52: La tiranía del Obispo O’Regan sobre los canadienses-franceses de Chicago — El decide a echarme de mi colonia y enviarme a Cahokia — Publica que me ha suspendido — Mi gente le envía una delegación — La falsa excomunión por tres sacerdotes borrachos

Capítulo 53: Mi gente me pida que me quede — Soy juzgado en Urbana por inmoralidad — La ansiedad de Abraham Lincoln — La señorita Moffat enviada por Dios para salvarme —La confesión y angustia de Lebel — Mi inocencia recono cida — Conducta y palabras nobles de Abraham Lincoln

Capítulo 54: El complot de los obispos para dominar la ciudades —Roma, el enemigo implacable de los Estados Unidos

Capítulo 55: Mi primera visita a Abraham Lincoln para advertirle de los complots contra su vida que yo sabía — Los sacerdotes circulan el rumor de que Abraham Lincoln nació en la Iglesia de Roma — Carta del Papa a Jeff Davis — Mi última visita al Presidente — Su disposición a morir por su nación

Capítulo 56: Abraham Lincoln, un verdadero hombre de Dios — El asesinato por Booth, el instrumento de los sacerdotes — La casa de Mary Surratt el lugar de reunión de los sacerdotes — Juan Surratt protegido por los sacerdotes — Las noticias del asesinato conocido en St. Joseph Minnesota 4 horas antes que ocurrió

Capítulo 57: Dos sacerdotes, Brassard y Desaulnier, enviados por los obispos de Canadá para persuadirnos a someternos al Obispo O’Regan — Ellos reconocen públicamente que el obispo está equivocado y que nosotros tenemos la razón — Consiento en retirar mi pleito bajo ciertas condiciones — Desaulnier nos traiciona para ser puesto a la cabeza de mi colonia — Mi última entrevista con ellos

Capítulo 58: El Sr. Desaulnier es nombrado Vicario General de Chicago para aplastarnos — Nuestra gente se une más que nunca para defender sus derechos — Cartas del Obispo de Montreal contra mí y mi respuesta — El Sr. Brassard forzado contra su conciencia a condenarnos — Mi respuesta al Sr. Brassard — El escribe, pidiendo perdón

Capítulo 59: Envío al Papa Pío IX y a Napoleón, Emperador de Francia, los documentos legales y públicos probando la mala conducta del Obispo O’Regan — El gran Vicario Dunn manda decir de mi victoria en Roma — Voy a Dubuque para presentar mi sumisión al obispo — La paz sellada y públicamente proclamada por el Gran Vicario Dunn el 28 de marzo de 1858

Capítulo 60: Excelente testimonio de mi obispo — Mi retiro — El Gran Vicario Dunn me escribe acerca de la nueva tempestad preparada por los Jesuitas — Rehuso quitar la Palabra de Dios de mi sumisión — Soy librado del sacerdocio — Visión: Cristo se ofrece a mí como un Don — Soy perdonado, rico, feliz y salvo — Vuelvo a mi gente — Más de mil entran en la tierra prometida

Capítulo 61: Suavemente guío a mi gente fuera de sus supersticiones — Desechamos el nombre de Católico-romanos — El asombro de los obispos — Duggan, coadjutor de St. Louis, viene a St. Anne a persuadir a la gente a someterse a su autoridad — Huye temiendo por su vida

Capítulo 62: Vista panorámica de los eventos importantes después de mi conversión — Mis escapes por un pelo — El final del viaje por el desierto hacia la tierra prometida

Sobre el Autor

Charles Chiniquy

(1809 - 1899) fue un sacerdote católico canadiense que abandonó la Iglesia Católica Romana y se convirtió en ministro presbiteriano. Nació en Quebec en una familia católica canadiense francesa de clase media. Su padre murió cuando él era joven y él vivía con un pariente y estudió para el sacerdocio. Muy inteligente, el joven Charles aprendió francés e inglés y ocupó varios puestos, incluido el párroco.

De niño, sus padres demostraron un gran respeto por la Biblia y, a medida que avanzaba en el sacerdocio, se sintió cada vez más perturbado entre su conocimiento de los requisitos de Dios en la Biblia y lo que veía en las funciones diarias de su "iglesia". "Después de ver los efectos del alcoholismo tanto en el sacerdocio como en los feligreses, organizó una exitosa campaña nacional de templanza.

A través de muchas aventuras descritas en su libro más famoso, 50 años en la Iglesia de Roma, Chiniquy eventualmente dejó el sacerdocio y llevó a su congregación a la salvación dentro de uno de los movimientos protestantes. En esta autobiografía bellamente escrita, sus descripciones detalladas de los eventos fundamentales de su vida hacen una lectura cautivadora. En el camino, deja al lector con una clara opción si el catolicismo romano es, en efecto, cristiano.

Detalles

Autor: Charles Chiniquy
ISBN: 9780758907783
Páginas: 448 - Pasta blanda
Precio: $18.95